Una poeta punk, leyenda y musa
"Dream of Life", un documental que se proyectó en más de 30 festivales de cine en todo el mundo, muestra algunos momentos del apogeo creativo de la vida de Patti Smith, con películas de archivos y filmaciones de actuaciones recientes capturadas por el fotógrafo de moda y neófito en el cine Steven Sebring.
Por: Edward Wyatt para The New York Times y Clarín
Patti Smith apareció en el paisaje cultural a comienzos de los años '70 con lecturas de poesía en el Lower Manhattan y actuaciones musicales en un club nuevo en el centro llamado CBGB. Actualmente, se considera que su álbum debut de 1975, "Horses", es un clásico del rock'n'roll.
Según el Salón de la Fama y Museo del Rock and Roll, donde ingresó en 2007, el álbum llegó "en un momento en que el rock'n'roll necesitaba un sacudón de su estancamiento apático y las pretensiones de movilidad ascendente del arena-rock". "Dream of Life", un documental que se vio el mes pasado en el canal de televisión PBS y se proyectó en más de 30 festivales de cine en todo el mundo, muestra algunos momentos de ese apogeo creativo de su vida, con películas de archivos y filmaciones de actuaciones recientes capturadas por el fotógrafo de moda y neófito en el cine Steven Sebring. Pasó más de 11 años haciendo la película.
"Como artista no he cambiado tanto", dijo Smith, 63. "Sigo teniendo las mismas visiones, y todavía me gusta hacer mucho ruido y mucho feedback alto en mi guitarra".
Pero la película también indaga más a fondo. Comienza con su despedida de la casa en Detroit donde, retirada de la fama en su nuevo rol de madre, vivió durante 16 años a partir de comienzos de 1980. Desde allí, el film documenta el regreso de Smith a Nueva York y a la actuación hace una década, cuando un trío de muertes inesperadas la afectó profundamente –la de su marido, el guitarrista Fred Smith; la de su hermano, Todd; y la de su pianista de siempre, Richard Sohl. "Tuve que irme de Detroit", dijo Smith. "No manejo y no quería vivir en Detroit sola y entonces traje de vuelta a mis chicos a la Costa Este".
"Pero tenía que conseguir un trabajo, hacerme cargo de ellos y mandarlos a la escuela", agregó. "Todos sabemos que es mucho más caro vivir en Nueva York que en Detroit. Por eso volví a trabajar". La alentaron sus amigos: Bob Dylan, que arrastró a Smith en una gira por la Costa Este en 1995, y Allen Ginsberg y Michael Stipe, el vocalista de R.E.M. Sebring dijo que básicamente fue armando su visión de la película a medida que avanzaba. "No soy historiador. No tenía un plan de cómo iba a ser. En cuanto empezamos a cortar, supe que no sería un documental típico". Filmó actuaciones y giras en Israel y Japón y Washington. Y cuando estaba editando la película, puso una cámara de 16mm en el dormitorio de Smith para captarla contando historias sobre ella y su vida. "Estábamos siempre en su habitación, dijo Sebring, porque es ahí donde ella piensa, donde crea, donde podía mostrar cosas y hablar de ellas".
Esas escenas constituyen la narrativa apenas visible del film, que revela a una persona que para muchos menores de 40 es apenas un nombre o un personaje de inventario, "la madrina del punk", como generalmente la llaman. "Mi mayor esperanza con la película es que vean el trabajo que hace Steven, y que Steven sea apreciado por ese trabajo", dijo Smith. "Mi esperanza personal es simplemente que la gente tome conciencia de que tengo más dimensiones de las que a veces trascienden. En algunos casos, lo único que conocen es, en primer lugar, el trabajo, pero a través de los medios reciben nada más que un aspecto de un ser humano".
"Me alegra que la gente tenga una visión más humanística", dijo. "Realmente tengo una vida fantástica. He vivido tragedias muy grandes en la vida. Sigo llorando a los míos que perdí. Extraño a mi marido. Pero he tenido grandes oportunidades en mi vida".
Según el Salón de la Fama y Museo del Rock and Roll, donde ingresó en 2007, el álbum llegó "en un momento en que el rock'n'roll necesitaba un sacudón de su estancamiento apático y las pretensiones de movilidad ascendente del arena-rock". "Dream of Life", un documental que se vio el mes pasado en el canal de televisión PBS y se proyectó en más de 30 festivales de cine en todo el mundo, muestra algunos momentos de ese apogeo creativo de su vida, con películas de archivos y filmaciones de actuaciones recientes capturadas por el fotógrafo de moda y neófito en el cine Steven Sebring. Pasó más de 11 años haciendo la película.
"Como artista no he cambiado tanto", dijo Smith, 63. "Sigo teniendo las mismas visiones, y todavía me gusta hacer mucho ruido y mucho feedback alto en mi guitarra".
Pero la película también indaga más a fondo. Comienza con su despedida de la casa en Detroit donde, retirada de la fama en su nuevo rol de madre, vivió durante 16 años a partir de comienzos de 1980. Desde allí, el film documenta el regreso de Smith a Nueva York y a la actuación hace una década, cuando un trío de muertes inesperadas la afectó profundamente –la de su marido, el guitarrista Fred Smith; la de su hermano, Todd; y la de su pianista de siempre, Richard Sohl. "Tuve que irme de Detroit", dijo Smith. "No manejo y no quería vivir en Detroit sola y entonces traje de vuelta a mis chicos a la Costa Este".
"Pero tenía que conseguir un trabajo, hacerme cargo de ellos y mandarlos a la escuela", agregó. "Todos sabemos que es mucho más caro vivir en Nueva York que en Detroit. Por eso volví a trabajar". La alentaron sus amigos: Bob Dylan, que arrastró a Smith en una gira por la Costa Este en 1995, y Allen Ginsberg y Michael Stipe, el vocalista de R.E.M. Sebring dijo que básicamente fue armando su visión de la película a medida que avanzaba. "No soy historiador. No tenía un plan de cómo iba a ser. En cuanto empezamos a cortar, supe que no sería un documental típico". Filmó actuaciones y giras en Israel y Japón y Washington. Y cuando estaba editando la película, puso una cámara de 16mm en el dormitorio de Smith para captarla contando historias sobre ella y su vida. "Estábamos siempre en su habitación, dijo Sebring, porque es ahí donde ella piensa, donde crea, donde podía mostrar cosas y hablar de ellas".
Esas escenas constituyen la narrativa apenas visible del film, que revela a una persona que para muchos menores de 40 es apenas un nombre o un personaje de inventario, "la madrina del punk", como generalmente la llaman. "Mi mayor esperanza con la película es que vean el trabajo que hace Steven, y que Steven sea apreciado por ese trabajo", dijo Smith. "Mi esperanza personal es simplemente que la gente tome conciencia de que tengo más dimensiones de las que a veces trascienden. En algunos casos, lo único que conocen es, en primer lugar, el trabajo, pero a través de los medios reciben nada más que un aspecto de un ser humano".
"Me alegra que la gente tenga una visión más humanística", dijo. "Realmente tengo una vida fantástica. He vivido tragedias muy grandes en la vida. Sigo llorando a los míos que perdí. Extraño a mi marido. Pero he tenido grandes oportunidades en mi vida".
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