Una hora de teatro de Brossa con iluminación de aparatos electrónicos

La escenografía estará conformada por una especie de vertedero de electrodomésticos

Barcelona. (EFE).- El teatro de Joan Brossa (Barcelona 1919-1998) ocupará de nuevo el escenario del espacio escénico que lleva su nombre con dos textos de algo más de una hora que contarán con una puesta en escena "atrevida", iluminada por aparatos electrónicos.

Será la apuesta que ocupará el escenario del Espai Escénic Joan Brossa entre el 17 de enero y el 17 de febrero con dramaturgia firmada por Jordi Faura, joven creador que no conoció al padre de la poesía visual. Faura y el actor Abel Coll en la dirección, espacio escénico, iluminación y vestuario han montado un espectáculo a partir de dos textos de Brossa casi inéditos en la escena teatral: "La Sorra i l'Acadèmia" y "Estació de Cal•linòpia". Presentan un montaje sobre "La Sorra i l'Acadèmia" con prólogo y epílogo de "Estació de Cal•linòpia" con un concepto del espacio e iluminación "muy arriesgado", ha señalado el ilusionista Hausson, codirector junto a Hermann Bonnín del teatro.
Dos focos convencionales iluminarán un escenario que contará también con la luz inserta en la escenografía de aparatos electrónicos como televisiones, microondas o neveras. De hecho, la escenografía en la que se desarrollará el espectáculo ante medio centenar de espectadores la conforman una especie de vertedero de aparatos electrónicos y cables. Los actores van vestidos con trajes totalmente negros que les cubren el cuerpo como una segunda piel, como si fueran de neopreno, vestuario que permite introducir a lo largo del montaje distintos elementos de color.
Faura ha explicado durante la presentación del montaje que Brossa fue "un autor comprometido que tenía la voluntad de decir algo a través de la forma". En ese espacio los actores Manel Barceló, María Molins y Abel Coll se erigen en protagonistas de "una trama provocada por la escritura teatral fragmentaria de Brossa" que "está de moda ahora en muchos teatros" europeos. Brossa "no juega a explicar una historia, aunque la historia está" en el espectáculo, ha señalado Faura.
El actor Manel Barceló, que sí conoció a Brossa, protagoniza un "ejercicio de 'fregolismo" en el espectáculo, práctica teatral amada por Brossa en la que un solo actor protagoniza varios personajes. Barceló ha considerado que el teatro de Brossa "no se ha representado lo suficiente como para dejarlo en una vitrina": al contrario, "tiene que respirar y convivir con la mirada de la gente joven capaz de comprometerse" con el espectador.
El espectáculo de Faura narra con el lenguaje de Brossa un viaje simbólico a partir de una estación con una docena de personajes que intentan comprar un billete. Con metáforas poéticas de viaje y huida, el espectáculo teatral explica también el periplo de un actor que vuelve a su ciudad tras varios años y encuentra a su antigua novia a punto de casarse y su taller de antaño convertido en un bar. En otro momento del montaje se exhibe un juego metateatral de teatro dentro del teatro con la actriz diciendo partes de "Romeo y Julieta" y de "Peer Gynt".
Barceló ha destacado la complicación para los actores del teatro de Brossa ya que el autor "pide naturalidad a la hora de decirlo y no cadencia en la declamación". Molins, que hace todos los papeles femeninos del montaje, exceptuando el de la madre de uno de ellos, recreada por Barceló, ha destacado la simbología poética de Brossa y ha puesto como ejemplo en este sentido que utilizaba la palabra "luna" para decir "amada", o "los postres" en lugar del "final".

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