Canciones para no envejecer



Referencia mundial, el dúo francés de música electrónica Air compuso una banda sonora para “Viaje a la Luna”, de Méliès, y editó el disco.

POR JUAN MARIA FERNANDEZ



Si los hermanos Lumière inventaron el cinematógrafo, Georges Méliès fue quien puso aquel hallazgo al servicio del espectáculo. Su obra maestra, Viaje a la Luna (1902), no sólo fue la primera película en incluir efectos especiales, sino también la primera en contar una historia de ciencia ficción. A principios del siglo XX, fue un éxito rotundo en Europa y Estados Unidos.
En 2011, Viaje a la Luna volvió a escena en el festival de Cannes, donde se presentó una versión restaurada de la película. La copia –la única existente en colores– había sido encontrada en la Filmoteca de Cataluña en 1993. Con el objetivo de darle una nueva vida al filme, los responsables de la recuperación decidieron sumarle sonido y, para crear la música, convocaron al grupo Air. La elección no fue caprichosa: el sonido del dúo integrado por los franceses Nicolas Godin y Jean-Benoît Dunckel siempre tuvo algo de cinematográfico y, también, de espacial.
En París, el verano vino con lluvia y Godin atiende el teléfono. Hoy está en Atlas, el estudio colmado de sintetizadores vintage que Air inauguró un par de años atrás. “Es un placer estar acá”, dice. “Pertenezco a una generación que aprendió a grabar por su cuenta, así que me gusta experimentar en el estudio. Me siento cómodo, seguro. Cuando salgo de acá es cuando empiezan los problemas”. Por estos días, Godin está aprovechando que Air se mantendrá alejado de los escenarios por un tiempo, para dar forma a un disco solista. “No puedo decir mucho al respecto, porque recién estoy escribiendo las canciones.Por supuesto, es algo completamente diferente de lo que hago con Jean-Benoît. De otro modo, no tendría sentido hacerlo”.
¿Cómo tomaron la propuesta de componer la música de “Viaje a la Luna?
Nos asustamos un poco. La película es un verdadero mito, un clásico. En Francia, es un tesoro nacional. Entonces, nos preguntamos si estaba bien que lo hiciéramos. Sin embargo, el hecho de que en la versión original de la película no hubiera música nos permitía hacer lo que quisiéramos sin sentir que estábamos traicionando al compositor original. Debíamos crear la música desde cero. Además, tenemos una relación especial con la Luna. Me siento muy conectado con ella. Supongo que también por eso nos convocaron: somos franceses y nos gusta el espacio. No creo que haya muchos músicos con esas características por ahí.
¿Cuándo nació su interés por la imaginería espacial?
Cuando era chico. Pensaba que a los 30 años iba a atravesar el cielo en mi nave y viajar a otros planetas. Esas fueron las fantasías con las que creció mi generación. Cuando éramos chicos, se decía que en el año 2000 todos íbamos a poder volar y el hombre iba a establecer colonias en Marte. Lamentablemente, nada de eso sucedió. Fue una gran desilusión. Air es una banda algo nostálgica en ese sentido. Tenemos cierta nostalgia por aquella mirada del futuro.
De hecho, los más escépticos aseguran que el hombre ni siquiera llegó a la Luna. 
Sí, el alunizaje puede haber sido filmado en algún lugar de Estados Unidos. Por qué no. Nadie fue hasta la luna para comprobarlo.
¿Conocía la película de Méliès?
Creía haberla visto, porque la imagen de la luna con el cohete en el ojo es famosa en todo el mundo. Muchos directores de cine y de comerciales se inspiraron en la película para hacer su trabajo. Pienso en Terry Gilliam, por ejemplo. Por eso, creía conocerla. Sin embargo, cuando la vi para este proyecto, me di cuenta de que nunca la había visto completa.
¿Cómo fue el proceso de composición?
Lo que hicimos fue improvisar en el estudio mientras veíamos la película una y otra vez. No recuerdo cuántas veces la vimos; deben haber sido millones de veces. Fue muy loco. Compusimos los temas en poco tiempo porque teníamos un deadline que cumplir. Entonces, fue trabajar, trabajar y trabajar. No tuvimos tiempo para tratar de controlar todo, así que el resultado es muy personal.
¿Cuándo decidieron que el trabajo para “Viaje a la Luna” se convertiría en un disco?
Cuando terminamos el soundtrack, notamos que teníamos 40 minutos de música. Nos dijimos: ¡tenemos un disco! Aunque no lo grabamos con el propósito de editarlo como un álbum de Air, esa música era exactamente lo que queríamos hacer. Entonces, decidimos extender algunas canciones y componer nuevos temas en ese estilo. Estábamos trabajando en otras canciones para un nuevo disco, pero las abandonamos y seguimos con este proyecto.
¿Qué le aporta a la trayectoria del grupo?
Creo que es más amplio que discos anteriores. Tratamos de que cada disco sea diferente. Por eso, cada fan de Air tiene su disco favorito. Conozco gente a la que sólo le gusta The virgin suicides, por ejemplo.
¿Cómo nació su interés en la música de películas?
Es muy extraño. Siempre me pregunto por qué hay pocas bandas que se interesen en la música de películas. Si uno lo piensa, cuando uno es chico no compra discos. Las primeras emociones que me despertó la música llegaron a través de programas de televisión y de películas de ciencia ficción o westerns . Cuando crecimos y pudimos formar una banda, teníamos en nuestro interior toda esa música que necesitaba salir de alguna manera. Por eso, cuando me siento frente al piano o toco la guitarra, es más natural componer música que suena como un soundtrack que escribir canciones pop. Crecí viendo televisión, no aprendiendo a hacer canciones. Y creo que todos crecimos de una manera parecida. Me pregunto por qué, a la hora de hacer música, todos hacen canciones pop. La música de películas debería tener más presencia, pero por alguna razón nos interesa sólo a nosotros y a unas pocas bandas más.
En unos meses se cumplen 15 años del lanzamiento de “Moon Safari”, ¿qué piensa de ese disco en la actualidad?
¿15 años? ¡Mierda! Cuando empecé a hacer música, mi sueño era hacer un disco que se convirtiera en clásico. Como músico, es lo mejor que uno puede hacer. Y lo hicimos con Moon Safari . Eramos totalmente inconscientes de lo que estábamos haciendo.
¿Cómo impactó en usted el éxito del álbum?
Me puso súper feliz, pero al mismo tiempo significó mucha presión a la hora de pensar nuestro segundo disco. Para lidiar con esa situación, decidimos hacer el soundtrack de The virgin suicides (filme de Sofia Coppola). Fue un modo de romper el hielo. De todos modos, uno siempre quiere hacer música que se pueda seguir escuchando 20 años después, música que no envejezca. Soy muy demandante en ese sentido. Siempre pienso que tomo las decisiones incorrectas cuando compongo.
Comparte su carrera con Jean-Benoît Dunckel desde hace mucho tiempo. ¿Cumple cada uno un rol particular en la banda?
No, la verdad es que no hay reglas. A veces, cuando escucho canciones viejas, no puedo recordar cómo las hicimos, cómo nacieron, qué hizo cada uno.
¿De esa manera evitan la monotonía?
Sí, pero a veces se pone aburrido. Buscamos usar diferentes herramientas para hacer canciones, pero a veces uno no sabe qué más hacer. Si usás siempre los mismos recursos, se vuelve aburrido. Entonces, pasamos mucho tiempo buscando un nuevo equipo o un nuevo programa de computadora que nos ayude a romper el hábito. Cuando uno encuentra un instrumento nuevo que no sabe cómo usar, logra un sonido más fresco.
Para no aburrirse, además, se involucran en proyectos diversos. Hasta grabaron un disco junto al escritor italiano Alessandro Baricco... 
Cuando era chico quería saber todo acerca de la vida. Colaborar con artistas de otras disciplinas te da la posibilidad de entender mejor de qué se trata la literatura, la fotografía, el ballet, la escultura o la publicidad. Al involucrarse en ese tipo de proyectos, uno puede descubrir un nuevo mundo. Es como subirse a una nave espacial y aterrizar en diferentes mundos. Por eso lo seguimos haciendo.
¿Tienen algo planeado para su próximo álbum?
Hacer discos resulta cada vez menos interesante porque cada día hay menos personas que los compran. Por eso, me gustaría poner el foco en la música en vivo. Nosotros nunca pensamos nuestros shows con la visión artística con que encaramos nuestros discos. Siempre pusimos toda nuestra energía en grabar los discos y después subimos al escenario para tocarlos. Me gustaría elegir las mejores canciones que tenemos y preparar un showcon arreglos especiales.
¿Cómo cree que va a evolucionar la industria de la música en los próximos años?
La industria está terminada en términos de negocio. Pasaron 40 años desde que los hombres con guitarra empezaron a hacerse ricos y famosos. Eso no sucedía en los tiempos de Mozart, Beethoven o Wagner y, sin embargo, la música era buena. Creo que todo está volviendo a como eran las cosas antes. De algún modo, se está volviendo a la normalidad. Como artista y como persona, lo que más me importa es crear música. Creo que si lo hago bien, voy a encontrar una manera de seguir adelante.



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