"Vivimos un 'big bang' de las prácticas sonoras no ortodoxas"

Entrevista a Francisco López

El audioartista madrileño ha recorrido más de 60 países grabando sonidos de selvas, desiertos, rascacielos y otros paisajes. Sus conciertos a ciegas profundizan en la experiencia de escuchar

22/08/2009

Es uno de los artistas más solicitados en los foros internacionales de arte sonoro, música experimental o arte contemporáneo en general. Con cerca de 180 discos publicados con grabaciones de campo en los rincones más solitarios del planeta, y también en el meollo de las grandes urbes, Francisco López (Madrid, 1964), un biólogo especializado en hormigas, ha dejado de lado la ciencia para dedicarse exclusivamente al arte. A principios de septiembre se une a la exposición Tabakalera Suena, con un concierto organizado en colaboración con el Festival Ertz, que se celebra pocos días después en Bera (Navarra). La propuesta de López consiste en vendar los ojos de los asistentes y sumirlos en una experiencia auditiva extraordinaria. De viaje por el interior más remoto de Australia, responde por correo electrónico.

PREGUNTA. ¿Sabemos escuchar a nuestro alrededor? ¿O somos una especie de sordos urbanos a causa del bombardeo de sonidos con los que vivimos desde el nacimiento?

RESPUESTA. Desde mi punto de vista, la cuestión fundamental es sobre qué tipo de escucha estamos hablando. Incluso en ambientes no ruidosos la escucha cotidiana tiende a ser referencial, de identificación de las causas de los sonidos. Esto es lo normal cuando sólo escuchamos para orientarnos y desenvolvernos en nuestra vida cotidiana. La escucha profunda de nuestro alrededor (o incluso de todo aquello que no está a nuestro alrededor pero podemos acceder por grabaciones o telemáticamente en tiempo real) es un modo diferente de relacionarnos con la realidad (la escucha "reducida" de Pierre Schaeffer). En esencia, una relación fenomenológica con la sustancia (sonora, en este caso) de la realidad. Esta forma de escucha tiene más que ver con la música (o con otras formas profundas de relación con el mundo) que con simplemente identificar y reconocer. Para este tipo de escucha sí que podríamos decir que la mayoría de las personas son "sordas".

P. ¿Lo que propone es una experiencia sonora más profunda de lo habitual, incluso más allá de la música y su historia?

R. La historia de la música es larga y enormemente variada. Ha habido y hay muchas prácticas musicales que pretenden una experiencia sonora bastante profunda. Dentro de la cultura occidental está el caso inusual de la idea de música "absoluta", que se desarrolló durante la época Romántica y que contemplaba la música como el arte más sublime por su carácter intrínsecamente inefable. Me siento profundamente identificado con esta concepción de música. Propongo una experiencia de ese calibre (y con esa dedicación) a través de mi trabajo sonoro.

P. ¿Qué nos puede decir sobre los sonidos de la selva urbana y de la selva natural?

R. Que, aunque obviamente diferentes, en ambas "selvas" existen aspectos de complejidad y riqueza interesantes. Personalmente, en este contexto, yo me siento tan "futurista" como "naturalista" y trato de valorar la materia sonora de la realidad por sus cualidades intrínsecas, y no por las asociaciones referenciales y culturales habituales. Sin embargo, una cualidad de la selva natural es la ausencia de personas, lo que siempre es de agradecer.

P. Lleva años ofreciendo audiciones a ciegas: ¿qué ha aprendido de esas experiencias con el público? ¿Es una forma de "borrar" el sentido de autor o ejecutante?

R. La conclusión principal podría ser que es un tipo de experiencia que promueve de una forma bastante intensa y natural la exploración y creación individuales (de cada persona del público) de la experiencia sonora/musical. La música se crea con la escucha, no con la producción de sonido. Cada individuo crea la suya propia, y esta forma de presentación de la experiencia promueve precisamente eso. Creo que el autor o ejecutante desaparece técnicamente (en el aspecto de interpretación), pero no como médium de la experiencia; ése es su papel y así es percibido por la mayoría del público.

P. ¿Cuál ha sido la ruta por la que los "ruidos del mundo" le han ido llevando?

R. Mis exploraciones sonoras durante muchos años tuvieron lugar en paralelo a mi trabajo de campo en biología, y en la actualidad exclusivamente desde el punto de vista sonoro. Primero a finales de los setenta y principios de los ochenta, exploré una gran cantidad de lugares naturales en España, Europa y Marruecos. A principios de los noventa hice mis primeros viajes al África Subsahariana (Senegal, Gambia) y Suramérica (Brasil, Venezuela). Después, entre otros muchos lugares, pasé varios años trabajando en la selva en Costa Rica y, al mismo tiempo, en la selva urbana de Nueva York (lo cual supuso un contraste bastante curioso). La selva costarricense tuvo un gran impacto emocional y estético en mi trabajo sonoro. Después he explorado intensivamente desde desiertos a selvas de otros lugares del mundo (Canadá, Cuba, Australia, Nueva Zelanda, Patagonia, Suráfrica, Namibia

...). En la actualidad desarrollo proyectos sonoros en bastantes lugares del planeta, con especial dedicación a un trabajo regular en el Amazonas brasileño, donde llevo a cabo un taller anual sobre creación sonora en la selva.

P. Participas en muchos festivales y exposiciones de arte sonoro o música experimental. ¿Sabría distinguir y explicarnos, a grandes rasgos, cuáles son las tendencias del arte sonoro actualmente?

R. En la actualidad hay una mezcla enorme y diversa de estilos y prácticas sonoras, tanto en el sentido estético como en el técnico. Cuando se habla de arte sonoro se suele hacer referencia a prácticas relacionadas con el mundo del arte y de las galerías (con un componente objetual/plástico, esculturas sonoras, instalaciones...). El término música experimental está más relacionado con presentaciones tipo concierto y con obras grabadas en diferentes formatos, donde el sonido a solas es el componente principal (algo que el mundo del arte plástico nunca ha entendido o compartido). Más que hablar de tendencias, veo la situación actual como una especie de big bang de las prácticas sonoras no ortodoxas y, lo que es más importante, no reguladas o dirigidas académicamente. En otras palabras, una expansión incontenible del mundo denominado underground o "independiente". F. J. -

Tabakalera Suena. Francisco López y Charlemagne Palestine. Conciertos los días 9 y 10 de septiembre. www.tabakalera.eu

Festival Ertz. Casa de Cultura de Bera (Navarra). Del 13 al 20 de septiembre.

http://www.elpais.com/articulo/arte/Vivimos/big/bang/practicas/sonoras/ortodoxas/elpepucul/20090822elpbabart_10/Tes

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