La mujer que hizo de su cuerpo una obra de arte
Ha llorado, ha sangrado y ha pasado miedo e incluso dolor físico durante sus intervenciones artísticas.
Héctor Llanos Martínez
Berlín
En ellas, Marina Abramovic ha sometido a su cuerpo a situaciones extremas porque, tal y como cree, "sólo te cambian las cosas que no te gustan, no las que te gustan". Un lema que le sirve para sí misma o para el espectador que se acerca a su obra. Ahora, un documental y una ópera dan buena cuenta de lo que ha sido su apasionada existencia.
En sus últimos proyectos, la artista nacida en 1946 en Belgrado (Yugoslavia), ha dejado que otros se encargaran de retratar lo que ha sido hasta ahora su creación y su vida, dos conceptos que en su caso son sinónimos. A sus 63 años, se autodenomina la "abuela de la performance" aunque aparente ser varios lustros más joven. Pero que otros le rindan tributo no significa que ella permanezca pasiva ante el futuro.
"Una de mis obsesiones recientes ha sido la de hacer de la performance un arte más cercano al gusto comercial, que deje de ser algo marginal", confiesa a BBC Mundo durante el Festival de Cine de Berlín.
Allí se ha proyectado la película "Marina Abramovic: The Artist Is Present". Durante cerca de medio año los cineastas Matthew Arkers y Jeff Dupré rodaron su universo más íntimo para el canal estadounidense HBO.
La cinta arranca con los momentos previos a la ambiciosa retrospectiva que le dedicó en 2010 el Museo de Arte Moderno de Nueva York (MOMA). A la muestra acudieron más de 800.000 personas. Hasta entonces, sus trabajos encontraban serios problemas para ser vendidos a las galerías y espacios artísticos, reconoce.
La performance más ambiciosa de su vida
Muchas de las personas que acudieron al museo neoyorquino se sintieron atraídas por la oportunidad de mirar a la creadora a los ojos. En el hall de entrada se encontraba Abramovic, que permaneció sentada, en silencio, durante más de siete horas diarias.
"Sí, fue mi obra más ambiciosa. Otras fueron muy duras pero también mucho más breves. Esta vez fue una tortura. Sigo teniendo dolores físicos dos años después. Pero solo persigo ideas que realmente me dejen sin aliento, que planteen un verdadero reto a mi cuerpo", defiende la creadora.
Y es que todo en ella es intuición y sacrificio. Acaba de llegar a la capital alemana procedente de Brasil. Al inevitable jet-lag se le suman el cambio que supone abandonar treinta grados de temperatura por los diez grados bajo cero del febrero alemán y un endemoniando itinerario de trabajo que le mantendrá en pie hasta las once de la noche.
Desea que se conozca lo que hay detrás del mito artístico. Por eso permitió que se rodara su reencuentro con el que ha sido su pareja artística y sentimental durante los 70 y 80, el alemán Ulay.
También confesó todos sus detalles biográficos al director escénico Robert Wilson. A partir de ellos, el británico ha creado la ópera "The Life and Death of Marina Abramovic". Ella interpreta un doble personaje -a sí misma y a su autoritaria madre-, en esta producción que le ha llevado a tomar clases de canto por vez primera en su vida, cuenta.
Tras su estreno por el Festival Internacional de Manchester, el montaje llegará al Teatro Real de Madrid el próximo mes de abril, un lugar que causa mucha expectación a la artista por el hecho de poder llevar sus rompedoras propuestas a un escenario tan tradicional.
"Con mis últimos proyectos he querido que se entienda que la performance es una propuesta seria que requiere de un esfuerzo y un trabajo previo. Por eso apoyo a jóvenes promesas, para que sean capaces de ofrecer una experiencia inolvidable al espectador", explica. Ese compromiso con las nuevas generaciones al que se refiere se concreta en el Marina Abramović Institute for the Preservation of Performance Art, en donde enseña "el método Marina".
http://www.bbc.co.uk/mundo/noticias/2012/02/120216_entrevista_marina_abramovic_jr.shtml
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